jueves, 17 de mayo de 2012

Y comprender que tal vez amar es otra cosa. Es sentirse ligeros y libres. Es saber que no pretendes apropiarte del corazón del otro, que no es tuyo, que no te toca por contrato. Debes merecerlo cada día. Y se lo dices, se lo dices a él. Y eres consciente de que hay respuestas que quizá deben cambiarse. Es preciso partir para volver a encontrar el camino. Porque cuando alguien a quien quieres se te va, intentas detenerlo con las manos, y esperas poder atrapar así también su corazón. Pero no es así. El corazón tiene piernas que no ves.
Y se quedan así, en suspenso, con esas miradas  hechas de sonrisas y alusiones, de lo que no se conoce, de curiosidad y diversión; indecisos a la hora de tomar o no el sendero que se aleja del camino principal y se adentra en el bosque. Pero que a veces es tan hermoso, incluso más que la propia fantasía.
«A veces miro el mar, ese eterno movimiento, pero dos ojos son poco para esa inmensidad, y comprendo que estoy solo. Y paseo por el mundo y me doy cuenta de que dos piernas no bastan para recorrerlo todo…»

¡!

Miedo a amar. Repito, ¿qué puede haber más hermoso? ¿Qué riesgo mayor vale la pena correr? Con lo bonito que es entregarse a la otra persona, confiar en ella y no pensar en nada más que en verla sonreír.

Life is resistence

A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante. Y puede que sea ahora nunca, que si lo haces te arrepientas o también, si no lo haces; así es la vida, y por gracia o desgracia, así seguirá siendo. Pero te vas acostumbrando, ¿sabes lo que quiero decir no?, al final aprendes por intuición o  tal vez no.

lovvvvvvve is the only way

No sé quién eres, no sé qué serás. No sé que será de nosotros. Lo sabremos solo viviendo, y sólo por curiosidad, me gustaría vivirlo. No me importaría ser parte de tus pensamientos diarios, ser lo mejor de tu vida, ser aquello que te recuerda esa canción, o incluso ésa película de amor, formar parte de tus dulces sueños, pero sobretodo, que me retes a quererte y nunca deje de hacerlo.
«Al principio te sentarás un poco lejos de mí, en la hierba. Yo te miraré de reojo y tú no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca... Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres ya empezaré a ser feliz. A medida que avance la hora, más feliz me sentiré. Al llegar las cuatro, me angustiaré y me sentiré inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón… Tiene que haber ritos.» 

TUENTI DENUNCIADO, AGREGAD NUEVO!